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Autor: Fransihko Díah Luna
Fecha: 20 de Marzo de 2025
Vídeo: El Corbacho – Comerse letras

“Comerse letras”: un fenómeno histórico y evolutivo

Introducción

Es común oír que los hablantes de Andalucía, también de otras zonas, “se comen letras” cuando hablan. Desafortunada expresión que abarca un abanico de fenómenos lingüísticos que incluyen procesos fonológicos, cambios diacrónicos y otros matices sociofonéticos1 y dialectales.

Esta percepción se asocia a una falta de corrección o cuidado en el lenguaje, cuando en realidad esconde un proceso lingüístico de elisión o pérdida de fonemas. Lejos de ser un fenómeno moderno o exclusivo de una región, la economía lingüística ha sido una constante en la evolución del latín que se implantó primero en el sur de Iberia y posteriormente en el resto2,3.

Un camino lleno de elisiones

Para comprender que la “pérdida” de letras no es una anomalía, basta con observar la transformación de numerosas palabras del latín al castellano. El español, como lengua romance, es el resultado de siglos de evolución fonética, morfológica y sintáctica a partir del latín vulgar. En este proceso, la eliminación de sonidos no sólo fue frecuente, sino que contribuyó a la configuración actual de todas las lenguas de España, con la lógica excepción del vascuence (por cierto, del latín tardío Vasconĭce).

Algunos ejemplos de pérdidas intervocálicas aceptadas en castellano son:

regīnareina
lēgāleleal
frīgidumfrío
magismás
pugiapúa

Cuando la pérdida intervocálica se da en verbos, ésta se extiende a todas sus formas. Nótese que, además, se pierde sistemáticamente la vocal final del infinitivo latino:

legĕreleerlegoleo
credĕrecreercredocreo
vidērevervedoveo
rodĕreroerrodoroo

El andaluz tuvo pérdidas intervocálicas que no cuajaron en el castellano:

LatínCastellanoAndaluz
quietārequedarquedokeàkeo
putārepodarpodopoàpoo
potērepoderpuedopoèpueo
LatínCastellanoAndaluz
aquātoraguadoraguaó
putātorpodadorpoaó
cantārecantadorcantaó
ballārebailadorbailaó

De lo coloquial a lo inaceptable

Es frecuente notar entre entrevistados y tertulianos de radio y televisión la pérdida de la d intervocálica de la última sílaba en los participios verbales de la primera conjugación. Parece que el castellano acepta de un modo universal esta elisión, la cual llega a sentirse afectada cuando se adopta una pronunciación esmerada.

Castellano estándarCastellano coloquial
encontrarencontradoencontrao
llegarllegadollegao
mandarmandadomandao

En andaluz se da un fenómeno análogo, fuertemente rechazado por el castellano, en los verbos de la segunda y tercera conjugación, el cual se extiende a participios sustantivados:

Castellano estándarAndaluz
leerleídoleío
temertemidotemío
comerla comidala komía
sentirel sentidoer sentío

La crueza del lenguaje

Por otra parte, son frecuentes los pasos atrás que dio el castellano en su evolución, volviendo a un estadio más primitivo. Algunos casos son:

LatínEn desuso, vulgarismos y voces mal vistas4Castellano
cruduscrúo5crudo
conceptusconcetoconcepto
lecturaleturalectura
lectioliciónlección
cerebrumcelebrocerebro
pressuspriesaprisa
effectusefetoefecto
chronĭcacorónicacrónica
victoriavitoriavictoria
ministeriummestermenester
acceptāreacetaraceptar
conceptusconcetoconcepto
septembersetiembreseptiembre

Otras palabras semejantes del andaluz, no aceptadas por el castellano ni documentadas académicamente, son:

Castellano estándarAndaluz
mutusmudomúo
nodusnudonúo
nidusnidonío
latusladolao

Parece evidente que la aceptación o el rechazo de ciertas formas responde a procesos culturales, políticos y educativos.

Conclusión

Es fundamental entender que el lenguaje es un ente vivo y en constante transformación. Lo que hoy puede ser percibido como una “incorrección” o una “pérdida” de letras, mañana podría ser una forma estándar, como ha ocurrido en innumerables ocasiones a lo largo de la historia, tanto en las costumbres como en los idiomas.

La idea de que los andaluces o cualquier otro grupo de hablantes “se comen letras” es una simplificación de un fenómeno lingüístico complejo y universal. La elisión y la evolución fonética son motores inherentes al cambio lingüístico, presentes desde las raíces del latín hasta las variaciones contemporáneas de las distintas lenguas romances.

Lejos de ser un signo de incultura, estos fenómenos son una prueba de la vitalidad y la capacidad de adaptación de la lengua, que seguirá evolucionando con el paso del tiempo.

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1 La sociofonética estudia la relación entre las características fonéticas del habla y los factores sociales como la edad, el género, la clase social y la identidad social.
2 Estrabón (Geografía, Libro tercero, siglo I a.C.) cita que los turdetanos seguían casi del todo las costumbres romanas, sugiriendo la completa romanización del sur de Iberia. Otros pueblos ibéricos “bárbaros” no adoptaron “estilos de vida cultivados” hasta el fin de las guerras cántabras, alrededor del 19 a.C.
3 Plinio el Viejo (Historia Natural, siglo I d.C.) presenta la Baetica como un “ejemplo paradigmático” de romanización, describiendo sus centros urbanos y las divisiones administrativas romanas (colonias, municipios, ciudades libres).
4 Todas estas voces, excepto crúo, están en el diccionario online https://rae.es, y casi todas en Don Quijote y el diccionario de Covarrubias.
5 Documentada en Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española TDHLE. En https://dle.rae.es/crueza se alude al antiguo crúo: cruel, despiadado.